Hace un
tiempo me hice la promesa de sanar las heridas que de cierta forma RCTV me dejó
tras el arbitrario e ilegal cierre que la empresa sufrió hace unos años. Me
hice esa promesa porque el canal de Quinta Crespo, para los que
trabajamos ahí, no fue simplemente un lugar de trabajo y sentimentalmente
existe un nexo invisible que resulta casi difícil de romper, pero que a la vez
puede convertirse en un estancamiento en la evolución natural de la vida
Como
principio básico siempre me he planteado superar las adversidades sin mirar
hacia atrás, tanto así que ya ni recuerdo cuando fue que decidí quitarle
el retrovisor a mi vida, de alguna forma esa ha sido mi manera de levantar
cabeza cuando el destino te obliga a agacharla, sin embargo con RCTV el intento
no ha sido muy efectivo.
Radio
Caracas Televisión me dio muchas satisfacciones profesionales y personales, en
esa sede de Quinta Crespo realmente me enamoré del periodismo, entendí la
responsabilidad de informar a un país bajo el sello del primer noticiero de
Venezuela, aprendí a escribir, editar, producir, dirigir, coordinar, liderizar
y soñar.
Aunque
estoy claro que profesionalmente soy lo que soy gracias a que en mi curriculum
reposa la experiencia del primer canal del país, hay algo que al final de todo
este cuento jamás podré olvidar y es lo que permitirá que aun en los tiempos
más difíciles Radio Caracas Televisión siga en el corazón de todos los
venezolanos:
Su
Gente
Cuando
un grupo de personas son capaces de generar risas, malestares, rabias, amores,
aprendizajes, tristezas, pasiones, reflexiones, angustias e inspiración,
simplemente no se está al lado de compañeros, uno se encuentra en FAMILIA.
Y si no
me creen permítanme contarles que cuando tuve que viajar de emergencia a Chile
porque mi mamá estaba sumamente grave por un cáncer que a los días de mi
llegada acabó con su vida, tras pasar momentos de mucho dolor por su pérdida y
de preocupación por no tener los recursos económicos que necesitaba para darle
sepultura a causa de los gastos de la misma enfermedad, recibí un correo que
decía más o menos así “Ale no sabes cuanto lamentamos el momento por el que
estas pasando, sabemos que la situación es difícil pero aquí te estamos
esperando para darte todo el apoyo y cariño que necesites. En tu cuenta
bancaria encontrarás algo que no aliviará tu dolor pero esperamos que te
ayude”. A la fecha no sé exactamente quienes fueron ni cuanto me depositó cada
uno, solo sé que si a estas personas no se les puede llamar FAMILIA
entonces simplemente no sé cómo calificarlas.
60 años
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