Se que los espacios donde expongo
mis opiniones personales al público suelen estar cargados de constantes
críticas, quiero aclarar que en ningún momento las hago con algún tipo de
carácter destructivo, todo lo contrario, en una Venezuela donde gran parte de
la población se ha cegado a los pareceres de la disidencia, es cuando más hay
que aprovechar estos rincones para generar conciencia de todo aquello que esta
mal, pero que con voluntad puede ser mejor.
Estoy profundamente enamorado de la
nacionalidad que esta tierra me dio, creo que ser venezolano va más allá de un
reconocimiento universal de misses, peloteros y malos gobernantes, porque hay
quienes sienten desde el latido de su corazón que la batuta de Gustavo Dudamel
no lograría las más maravillosas armonías si careciera del ritmo musical con el
que nacemos y la medalla de oro de Rubén Limardo no sería tan brillante si no
pudiera evitar los ataques de sus oponentes con la facilidad que se baila un
tambor barloventeño.
Creo firmemente que estamos en el momento
político, económico y social más grave que esta tierra ha vivido, creo
firmemente que con voluntad es posible superarlo para convertirnos en el país
que merecemos ser, creo firmemente que esto demorará más de lo que quisiéramos algunos
y es posible que otros no lo logren ver, pero por sobre todas las cosas estoy
seguro que gracias a la herencia histórica que Bolívar nos dejó siempre hay razones para creer,
y esas razones se encuentran en los detalles más pequeños, pero que a la vez, nos hacen más grandes. Aquí, uno de ellos….
¿Somos lo que queremos ser? sea cual sea la respuesta no olvides que únicamente dependerá de ti y de lo que hagas cuando despiertes ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario