Ser venezolano definitivamente es un sentimiento de orgullo
que ni las mas ásperas situaciones políticas y económicas pueden poner en tela
de juicio. Ver el tricolor ondear con 7 u 8 estrellas al ritmo del Alma
Llanera bajo la Dirección del Maestro Gustavo Dudamel produce un nudo en la
garganta que solo un venezolano logra entender, disfrutar y vivir.
Para los que quizás no entienden este termino acuñado, “vivir
la pepa” viene siendo ese carácter criticado por muchos pero aplicados por
todos en el que de manera mofística nos negamos a acatar las reglas y a ser
poco responsables aún en los momentos más difíciles tanto en lo individual como lo colectivo.
“Yo no voy a pagar esa
multa porque no me da la gana y nadie se va a dar cuenta”
“Yo me voy a colear
porque soy mas arrecho que tú”
“Agarra algo ahí pal
café y resuélveme esta vaina”
En el fondo todos somos un “Viva la pepa” en potencia y este sistema en el que vivimos donde los caminos verdes, atajos y gestores son mas eficientes que los canales regulares hacen que como pueblo desarrollemos la viveza para el mal y no para organizar y entablar planes que con voluntad nos permitan ordenar nuestro caos... amado caos.
Seamos “pendejos”
Alguien que si logró entendernos y analizar culturalmente
fue Arturo Uslar Pietri, quien a la fecha ha sido el único criollo que se ha
atrevido a decir que es un orgulloso “pendejo” y él se refería a que en
Venezuela son “pendejos” quienes cumplen las leyes, pagan el ISLR y respetan a
sus compatriotas, mientras que quienes no lo hacen creen que aquellos son los
“pendejos”, sin darse cuenta que obviamente quienes tienen éxito son esos
mismos “pendejos” que luchan por sus metas, hacen realidad sus sueños y
entienden que sus derechos comienzan donde terminan los de los demás.
El ritmo en la sangre
Creo que desafortunadamente las naciones que hoy pueden
calificarse de potencias son las que en el pasado han tenido que sufrir por
sus blasfemias, egos y ambiciones, pero que con el paso del tiempo han
entendido que solo con orden, disciplina y trabajo es posible hacer de un
desastre una sociedad.
Por nuestra parte, además de tener una geografía envidiable
con un clima amigable hemos sufrido poco en comparación a otros, en Venezuela
no hubo demasiadas pestes, colonizaciones genocidas, maremotos, nazis o guerras
mundiales, es más, hasta el día de hoy consideramos que la mas terrible
dictadura ha sido el sistema de gobierno que más beneficios nos ha aportado a
lo largo de la historia.
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