El CaDAKAso

En el mundo fue reseñado como en Venezuela hubo algunos focos de saqueo en determinadas tiendas de electrodomésticos del país, aunque esta acción es evidentemente noticiosa, el mayor evento a destacar no es la pérdida de escrúpulos de los ciudadanos por hurtar lo ajeno, sino la indolencia de un gobierno que les da carta blanca para hacerlo.

“Que no quede nada en los anaqueles” fueron las palabras del titular de Miraflores, quien en vez de incentivar el estudio, la producción y el trabajo, invita a la población más desfavorecida a tomar las leyes por sus manos cayendo en un delito tipificado en nuestra Constitucional Nacional y del que la oposición sabe muy bien por las sistemáticas acusaciones que recibe: Instigación a delinquir.

Cuando abrí este espacio 2.0 me planteé no tratar temas políticos en su mayoría porque creo que con los medios regulares ya tenemos bastante de ese universo perverso, pero lo que hemos visto durante las últimas 48 horas es indignantes y lo imposibilita a uno hacer de la vista gorda.

El Honor es….

Más allá de la muestra evidente de un Jefe de Estado que invita a la gente a saquear, tenemos un claro ejemplo de una población desesperada por un Tv plasma HD, porque si lo pensamos bien, qué más se puede hacer en Venezuela de manera segura que no sea sentarse a ver televisión o disfrutar de una película blu ray.

Tanto es así que aquí ningún organismo del Estado realiza alguna acción contra el comercio ilegal de películas o software, hacer eso es quitarle a las familias del país una de las principales distracciones que pueden tener al adquirir la más reciente cartelera cinematográfica a un costo muy bajo. Tanto es así que la propia Guardia Nacional Bolivariana, cuyo trabajo principal es el de promover el orden y la tranquilidad bajo el lema que descansa en su escudo “El honor es su divisa”, y fueron los primero en pasearse sin desparpajo con sus vehículos oficiales cargados con el plasma LED más grande que sus fuerzas les permitieron tomar.

Lo mas grave de este asunto es que las culpas no pueden recaer solo sobre una persona que hace una invitación delictual, sino en quienes tienen el coraje de aceptarla. 

Durante los últimos años hemos enfrentado una situación económica en picada, además de celebrar que tenemos una nueva Miss Universo, también podemos descorchar algunas botellas porque alcanzamos la inflación acumulada más alta del mundo, pero aun así, la gran devaluación a la que como pueblo nos enfrentamos a cada hora es la de pérdida de valores, fuga de cultura y escasez de respeto; y contra eso no existe medida económica aplicable, solo una invitación interna a analizar qué tanto queremos que nuestro barril de integridad suba en el mercado.