martes, 5 de noviembre de 2013

La culpa es del Reggaeton

Ser venezolano definitivamente es un sentimiento de orgullo que ni las mas ásperas situaciones políticas y económicas pueden poner en tela de juicio. Ver el tricolor ondear con 7 u 8 estrellas al ritmo del Alma Llanera bajo la Dirección del Maestro Gustavo Dudamel produce un nudo en la garganta que solo un venezolano logra entender, disfrutar y vivir.

Lastimosamente esa hermosa Venezuela deja de ser tan especial cuando nosotros mismos, los venezolanos, la habitamos de manera irrespetuosa y poco responsable. Después de mucho pensar y reflexionar sobre las responsabilidades de la carencia cultural que hemos dejado crecer durante los últimos años sin dudas habrán muchas culpas adjudicadas y aunque yo no me considero un especialista o sociólogo, si creo ser muy observador y hay algo de lo cual nos hemos vuelto adictos como a la mas feroz droga, y que como tal estupefaciente nos va carcomiendo   silenciosamente: La cultura del “viva la pepismo”.

Para los que quizás no entienden este termino acuñado, “vivir la pepa” viene siendo ese carácter criticado por muchos pero aplicados por todos en el que de manera mofística nos negamos a acatar las reglas y a ser poco responsables aún en los momentos más difíciles tanto en lo individual como lo colectivo.


“Yo no voy a pagar esa multa porque no me da la gana y nadie se va a dar cuenta”
“Yo me voy a colear porque soy mas arrecho que tú”
“Agarra algo ahí pal café y resuélveme esta vaina”



En el fondo todos somos un “Viva la pepa” en potencia y este sistema en el que vivimos donde los caminos verdes, atajos y gestores son mas eficientes que los canales regulares hacen que como pueblo desarrollemos la viveza para el mal y no para organizar y entablar planes que con voluntad nos permitan ordenar nuestro caos... amado caos.



Seamos “pendejos”

Alguien que si logró entendernos y analizar culturalmente fue Arturo Uslar Pietri, quien a la fecha ha sido el único criollo que se ha atrevido a decir que es un orgulloso “pendejo” y él se refería a que en Venezuela son “pendejos” quienes cumplen las leyes, pagan el ISLR y respetan a
sus compatriotas, mientras que quienes no lo hacen creen que aquellos son los “pendejos”, sin darse cuenta que obviamente quienes tienen éxito son esos mismos “pendejos” que luchan por sus metas, hacen realidad sus sueños y entienden que sus derechos comienzan donde terminan los de los demás.


El ritmo en la sangre

Creo que desafortunadamente las naciones que hoy pueden calificarse de potencias son las que en el pasado han tenido que sufrir por sus blasfemias, egos y ambiciones, pero que con el paso del tiempo han entendido que solo con orden, disciplina y trabajo es posible hacer de un desastre una sociedad.

Por nuestra parte, además de tener una geografía envidiable con un clima amigable hemos sufrido poco en comparación a otros, en Venezuela no hubo demasiadas pestes, colonizaciones genocidas, maremotos, nazis o guerras mundiales, es más, hasta el día de hoy consideramos que la mas terrible dictadura ha sido el sistema de gobierno que más beneficios nos ha aportado a lo largo de la historia.

Y es que en definitiva mientras nuestras vidas se sigan rigiendo por el último reggaeton de moda y sea más importante la playita, la curdita, el machito, las lolitas, la keratina y las misses no podremos sentir con el corazón que nacimos en esta ribera
 del Arauca vibrador,
 siendo hermanos de la espuma
, de las garzas, de las rosas,
 y del sol...



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